Gingivitis y embarazo

Cómo evitarla:

La gingivitis afecta a casi todas las embarazadas y suele aparece en el segundo o tercer mes de gestación. Sus síntomas son: enrojecimiento, inflamación y sangrado de las encías al comer o cepillarse los dientes.

Por regla general desaparece tras el parto, pero conviene tenerla bajo control para evitar que degenere en periodontitis, una enfermedad que deja sin soporte al diente hasta provocar su caída. De ahí que los odontólogos recomienden hacerse dos revisiones de la boca durante el embarazo, una en el tercer mes de gestación y otra en el sexto.

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Su Origen

Durante el embarazo el organismo produce una hormona, la relaxina, cuya misión es relajar las articulaciones de la gestante para facilitar el parto. Su efecto, como es lógico, también llega a los ligamentos periodontales de la boca, los que unen los dientes con el hueso.

Esto hace que se produzca una pequeña movilidad de las piezas dentales, facilitando la entrada de restos de alimentos entre los dientes y las encías, y originando la inflamación de éstas. Si no se lleva a cabo una correcta limpieza bucal, esos restos de alimentos se convertirán con el tiempo en sarro (placa amarillenta y dura) y se introducirán cada vez más, pudiendo dejar al diente sin soporte.

 

Cómo Tratarla:

Si existe sarro, el odontólogo lo quitará mediante una limpieza mecánica y, si considera que el problema es agudo, valorará un tratamiento más específico combinando el uso de antisépticos en forma de colutorio o gel.

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